Hitomi - Es la hora de las tortas!!! (2024)

Cada mes en USA, Image Comics publica más de medio centenar de títulos, de los cuales tenemos suerte si la mitad ven la luz en España. Por lo general, nos llegan las obras de los autores más punteros y populares, pero de vez en cuando, alguna editorial española decide arriesgar con una obra de la que nadie ha oído hablar, llevada a cabo por autores igual de desconocidos y basándose sólo en la calidad de la misma. Este podría ser el caso de Hitomi, de HS Tak e Isabella Mazzanti.

Y es que los nombres de guionista y dibujante muy probablemente no le sonarán a casi nadie, como tampoco lo harán el de Nicoletta Bea, que según los créditos se encarga de los bocetos, ni el de la colorista Valentina Napolitano, con lo que se convierte en misión de esta reseña ubicar a estos autores en la medida de lo posible. Y remarco «en la medida de lo posible» porque, a decir verdad, se trata de autores con muy poca obra en cómic. De hecho, en España solo la dibujante Isabella Mazzanti tiene otra obra publicada, ya que suyos son los dibujos del cuarto volumen de la serie Chanbara, que nos trae también Panini en su línea Bonelli.

Poco se ha divulgado de los demás. Resulta complicado encontrar siquiera el nombre completo del guionista HS Tak, si bien se le pueden rastrear un par de obras anteriores: Boy-1 en 2015, para IDW, y Redshift en 2021, para la independiente Scout Comics, con lo que en cualquier caso estamos ante un guionista no excesivamente trotado, al menos en los terrenos del cómic.

Mazzanti tiene experiencia en el mundo de los fumetti y se la ha podido ver por ejemplo por algunos Dylan Dog. Sin embargo se prodiga más por el terreno de la ilustración que el de las viñetas, al igual que sus compañeras Nicoletta Bea y Valentina Napolitano.

Tenemos pues una serie de autores no muy habituales ni conocidos en el mundillo de las viñetas con una serie de la que nadie ha oído hablar. ¿Cómo le ha dado a Panni por editar esto? Pues la verdad es que no tengo ni idea, pero ojalá tuviéramos este tipo de sorpresas más a menudo. Tal vez se fijaron en la dibujante en Chanbara o el éxito de la serie Shogun, de Disney +, que se ambienta muy poco después de Hitomi, ha tenido algo que ver. ¿Quién sabe? En cualquier caso, la verdad es que Hitomi ha resultado ser una historia de lo más prometedora.

Hitomi nos lleva al Japón de finales del siglo XVI, durante el llamado periodo Azuchi-Momoyama, con un país inmerso en una sucesión de guerras por la unificación. No obstante, la acción de lo que podríamos llamar el presente de la historia nos sitúa en 1590, con Oda Nobunaga fallecido hace años. La figura de este daimyo es fundamental, ya que es durante su mandato donde tienen lugar los hechos que nos llevan al principio de Hitomi. Hitomi comienza como una historia de venganza de una niña cuya familia fue asesinada por Yasuke durante las guerras. Yasuke es una figura histórica con cierta aureola mítica. Se trata de un samurai de origen africano y vasallo de Nobunaga, que ha inspirado cómics tanto en Japón como en Europa, como Afro Samurai o Kuro-san. Sin embargo, en los USA y pese a la presencia que tiene la comunidad afroamericana, la figura de Yasuke en los cómics ha sido mucho más residual.

Comenzamos así con una niña que ya no lo es tanto en busca de venganza contra alguien que ya tampoco es la misma persona. Comenzará aquí esta especie de viajes del antihéroe que nunca termina de quedar claro si son paralelos, divergentes o convergentes. Durante el periplo, Hitomi y Yasuke resultarán cambiados, como bien corresponde a este tipo de relatos, se mezclarán con la Historia y el folclore local siguiendo un poco la estela de esta especie de subgénero de errantes en el que también podríamos incluir a Usagi Yojimbo, y que sirve para ir dejando ideas aquí y allá sobre diferentes temas con cada episodio.

Y es que aunque hay una saga en Hitomi, tenemos por completo un formato episódico; encuentros y desencuentros que les van saliendo al camino, siempre con una especie de aureola de cuento, al que nos lleva en gran parte el trabajo gráfico.

La labor gráfica, encabezada por Isabella Mazzanti es uno de los mayores atractivos de Hitomi y supone otro ejemplo más de las corrientes actuales donde las fronteras entre los ya uno tanto caducos estilos americano, europeo y japonés se diluyen en esta era globalizada. Isabella es italiana, pero estudió lengua y cultura China — e incluso residió allí una temporada —, trabaja para los mercados americano y francés y sus compinches Nicoletta Bea y Valentina Napolitano proceden de entornos similares, curtidas sobre todo en la ilustración y el concept Art. Sin embargo, narrativamente y tal vez por ese aire que mezcla la ilustración de cuento con la propia ilustración japonesa de s. XVI, funciona incluso cuando hay escenas con ligeros saltos, ya que los códigos en los que se mueven permiten este tipo de elipsis.

Debo matizar a riesgo de colarme, que aunque en la edición española Nicoletta Bea figura como autora de los bocetos, viendo su trabajo y los créditos de la edición USA, no sería para nada descartable que fueran los fondos y no los bocetos el área donde desarrollar su labor. En cualquier caso, las tres artistas funcionan como una sola y nunca terminamos de ver del todo qué parte de la historia lleva HS Tak y cuál el equipo artístico.

Estos cinco primeros números que recopila este tomo bien podrían leerse como un volumen unitario y dejarlo aquí. De hecho, aunque figura en la web de Panini como Hitomi 1, en USA no se han anunciado más, pero el final no sólo queda en cierto modo abierto, sino que cuando llega, queremos saber más de este antaño bravo guerrero negro, que solo quiere volver a casa, y de esta joven que es puro fuego con todo por aprender. Queremos volver a ese tiempo y tierra mítica de la mano de estos autores.